Ir al contenido

Información Relevante

EL ARTE DE ENTRAR EN TU CABEZA SIN QUE TE DES CUENTA

Amo a reflexionar,

La mayoría de nosotros pasamos por la vida creyendo que controlamos nuestras decisiones. Que cuando compramos algo, nos enganchamos a una app, o pasamos horas en TikTok viendo vídeos sin sentido, lo hacemos porque queremos. Spoiler: no es tan así. Detrás de cada compra, cada clic, cada ‘me gusta’ y cada video que consumes sin parar, hay toda una estrategia para meterse, literalmente, en tu cabeza. Ahí es donde entra el neuromarketing.

Saber cómo funciona no solo te hará un consumidor más consciente, sino que también te dará el poder de elegir con más criterio. Al final, aunque las plataformas intenten llamar tu atención y mantenerte pegado a la pantalla, tú siempre tienes la última palabra. Puedes dejarte llevar, cuestionarlo o simplemente decidir que hoy no te van a enganchar más de lo que tú decidas. Eso, como siempre, depende de ti.

Neuromarketing explicado sin rodeos

El neuromarketing no es otra cosa que la intersección entre la neurociencia y el marketing. En términos más simples: es la ciencia de entender cómo funciona tu cerebro cuando te expones a anuncios, campañas, vídeos virales o incluso a contenido que, sin saber cómo, te deja pegado a la pantalla (¿Te a cuerdas del vídeo de una rebanada de pan colocada en vertical en una mesa y que luego se cae? Creo que son 3 segundos de vídeo y tiene millones de visualizaciones de un mismo usuario en bucle) . Porque aunque creas que tus decisiones son racionales, la mayor parte de ellas las tomas de manera inconsciente.    Tu cerebro está siendo estimulado constantemente por colores, sonidos, formas y mensajes que ni siquiera percibes de manera consciente, pero que determinan lo que consumes, lo que admiras y hasta lo que te hace sentirte parte de algo.

¿Qué pasa en tu cerebro cuando te venden algo?

Tu cerebro es una máquina increíblemente eficiente. 

Por ejemplo, el formato de videos cortos está diseñado para aprovechar los mecanismos de recompensa de tu cerebro. Al tener contenido rápido y variado, con sonidos y estímulos visuales que cambian en segundos, se activa la liberación de dopamina, esa hormona del placer que te hace sentirte bien cada vez que encuentras algo en la pantalla que te entretiene o te hace reír. Ese pequeño subidón de dopamina es lo que te mantiene haciendo scroll una y otra vez, sin darte cuenta de cuánto tiempo llevas allí. El neuromarketing aplicado aquí no busca venderte un producto concreto (aunque eso también pasa), sino mantenerte enganchado. Cuanto más tiempo pasas en la app, más anuncios ves, más datos se recogen sobre ti y más predecibles se vuelven tus comportamientos. Todo está estudiado para que sigas mirando.

Además, las redes no solo afectan a cómo pasas tu tiempo, sino también a quién admiras y por qué. Nos bombardean constantemente con la imagen de influencers que parecen tener una vida perfecta: coches de lujo, ropa de marca, vacaciones paradisíacas. El mensaje implícito es claro: “tú también puedes ser así”. Pero el truco está en que muchos de estos influencers no han construido su imagen en base a un verdadero talento, sino en su capacidad para generar contenido que impacta visualmente. El neuromarketing entiende que el ser humano, por naturaleza, es atraído por el estatus y las recompensas visuales, y eso se usa para alimentar nuestras aspiraciones.

Te hago un a pregunta, ¿realmente estás admirando a estas personas porque te inspiran, o simplemente porque han aprendido a venderte una vida que parece ideal? El neuromarketing no solo te empuja a consumir productos, también moldea tu percepción de éxito y felicidad. Esa obsesión por ver qué tiene el otro, o por acumular likes y seguidores, no es accidental; está diseñada para alimentar tus deseos más primarios de pertenencia, admiración y validación social.

¿Manipulación o genialidad?

Aquí es donde muchas personas saltan con la pregunta: “¿Esto es ético? ¿Nos están manipulando?”. Y sí, suena un poco inquietante pensar que las plataformas y las marcas saben exactamente cómo funcionan nuestros cerebros para mantenernos atrapados. Pero el neuromarketing no es tan distinto a lo que el marketing ha hecho siempre: ahora solo es más eficiente porque usa datos reales de nuestras reacciones cerebrales.

A lo largo de la historia, la publicidad ha jugado con nuestras emociones, deseos y miedos. El neuromarketing lo lleva un paso más allá, optimizando cada estímulo para que nuestros cerebros reaccionen justo la momento como se espera. 

¿Qué significa esto para ti como consumidor?

Todo esto no solo afecta cómo compras, también cómo consumes tiempo, a quién admiras y cómo te sientes respecto a tu vida.

No es necesariamente malo. De hecho, muchas aplicaciones del neuromarketing están destinadas a mejorar tu experiencia como usuario. El problema surge cuando nos volvemos consumidores pasivos de contenido diseñado únicamente para mantenernos conectados sin aportar verdadero valor a nuestras vidas. Conocer cómo funciona el neuromarketing te permite ser más consciente de tus decisiones, ya sea comprando o simplemente decidiendo qué videos ver.

¿Cómo puedes usar esto a tu favor?

Si estás en el mundo de los negocios o el marketing, entender cómo funciona el cerebro de tus consumidores puede ser la diferencia entre ser una marca más o ser esa marca que todos recuerdan. Aplicar técnicas de neuromarketing te permite crear mensajes más efectivos, diseñar productos más atractivos y, lo más importante, conectar emocionalmente con tu audiencia. Pero también puedes usar este conocimiento como usuario, para ser más consciente de cómo y por qué consumes lo que consumes.